El evento tiene sus raíces en el Proyecto de reivindicación laboral de las empleadas domésticas afro, que inició la Escuela Nacional Sindical – ENS, desde el 2011. En ese mismo año, el gobierno colombiano suscribió el Convenio 189 de la OIT, para la defensa de los derechos laborales de los trabajadores domésticos en el mundo, refrendado como Ley 1595 de 2012 por el Congreso, y declarado exequible por la Corte Constitucional hace un par de semanas. Uno de los más importantes resultados del Proyecto ha sido la creación del sindicato UTRASD – Unión de Trabajadoras del Servicio Doméstico en Colombia.
Cerca de un millón de mujeres en Colombia realizan una labor menospreciada por la sociedad (el 61.9% tiene un promedio de ingresos mensuales entre $151.000 y $300.000), invisible a los ojos de los empleadores (el 91% trabaja entre 10 y 18 horas diarias y el 90.5% no recibe pago por horas extras), y desprovista de garantías laborales por parte del Gobierno (el 33.3% están en el régimen contributivo como cotizante y el 50% en el subsidiado; el 60% no está afiliado a pensiones). Las empleadas domésticas en Colombia y en la mayoría de los países latinoamericanos (excepto Uruguay) y sumando a Estados Unidos, son víctimas de tres tipos de discriminación: laboral, de género y racial.